LA LLAVE

¿No lo ves? ¿No lo has visto? ¿No lo estás viendo ahora?

Entonces es que no lo tienes que ver.

Entonces es que tu vida debe mantenerse justa y exactamente en ese perfecto nivel de percepción. Entonces es que tus ojos, tus oídos, tu mente, debe comprender y asimilar justamente lo que está viendo y asimilando para tu mejor evolución.

Sería absurdo que yo te dijese qué tienes que ver, escuchar o comprender ¿no crees? Sería, además de inefectivo, injusto, irrelevante, porque tú no comprenderías qué te estoy diciendo, porque tu realidad está alejada de mi realidad, y tu comprensión no es mía, sino tuya. La tuya.

¿Qué sentido tiene que te diga lo que yo veo que está ocurriendo en este planeta si tú, en tu realidad, estás percibiendo lo que te puedes permitir?

¿Qué objeto tendría que yo, con mi información fruto de mi propia percepción, te indujese a pensar como yo, a ver como yo, a escuchar como yo… Si tú no eres yo?

¿Por qué debería yo, otro ser único y diferente, forzar tu comprensión cuando tú no eres yo, ni yo soy tú?

¿Por qué mi camino, que es fruto de mi presencia, de mi existencia, de mi conocimiento, de mi juicio, de mis emociones, de mis visiones, de mi raciocinio; debería ser igual al tuyo si no somos iguales, si yo no soy tú?

¿Por qué yo veo, hago, digo y pienso cosas diferentes a las que tú ves, haces, dices o piensas?

Cada persona, cada ser humano en este planeta, es único, comprende de forma única, vive y entiende, hace y deshace, piensa e interpreta de forma única, y exactamente sus acciones, palabras y pensamientos son el fruto de su particular estado de consciencia.

No todos estamos al mismo nivel de evolución. Nunca nadie. Nadie de toda la población humana de este planeta comparte exactamente el mismo nivel de evolución. Cada evolución es única y particular, y de esa forma se comprende el mundo de forma única y particular.

¿Cómo eres de feliz ahora, justo en este momento?

Así estás porque así percibes. Así actúas porque así piensas. Así hablas porque así comprendes. Así valoras porque así juzgas. Así eres porque así debes ser.

Todo lo que ocurre te ocurre a ti. Todo lo que ves es para tus ojos, y todo lo que escuchas es para tus oídos, y todo lo que piensas es para tu mente, y todo lo que sientes es para tu alma. Y tú, tus ojos, tus oídos, tu mente y tu alma son así, están ahora en ese exacto momento solo para ti. Tú estás viviendo la realidad que necesitas, te están ocurriendo los eventos que justa y exactamente necesitas, estás pensando precisamente aquello que necesitas, y viendo lo que tienes que ver, y escuchando en el preciso momento lo que debes escuchar y no otra cosa.

Tu vida, mi vida, y la vida de cualquiera, está cada milésima de segundo transcurriendo en el justo y precioso momento en el que debe transcurrir, y no en otro. Y lo hacen para proporcionarnos la justa y perfecta experiencia que hemos venido a buscar aquí. Para eso estamos aquí, para experimentar en carne propia lo que necesitamos experimentar. Aún, en muchos casos, sabíamos que nuestra experiencia sería oscura y con mucho sufrimiento. Y en otros casos sabíamos, antes de nacer aquí, que iba a ser ciertamente confusa. O en otros casos supimos antes de olvidarlo todo que iba a ser extremadamente corta, o complicada, o benevolente, o caótica, o irregular, o austera, o abundantemente rica, o falaz, o injusta, o promiscua, o extremadamente individualizada, o sabia, o creativa, o violenta, o llena de sufrimiento… O una excelente combinación de todo eso y más.

¿Todavía no lo ves? Tú no eres nadie más que tú. Un ser único, exclusivo, un universo dentro de otros universos.

¿Todavía no lo ves? Tú, y solamente tú, tienes una llave de oro blanco jalonada de diamantes y rubíes, que te permite saltarte todas las casillas de este tablero de juego en el que vives.

¿Qué tienes que hacer para utilizarla? Darte cuenta de que esa llave realmente existe y está en tu poder.

¿Qué puedes conseguir al utilizarla? Todo. Puedes conseguirlo todo. Es la llave que todo lo abre. Esa llave puede lograr que tu vida sea como tú quieres que sea. Puede hacer que pienses, hables y hagas lo que tú quieras pensar, hablar y hacer. Esa llave puede hacerte conseguir la vida que tú desees en este preciso momento y para siempre.

¿Cómo tienes que utilizarla? Como todas las llaves, la tuya tiene una estructura única que tú solo comprendes. Tu llave no sirve para nadie más que tú, y cada ser humano encarnado en este planeta tiene la suya propia, y nadie nace sabiendo cómo tiene que utilizar su llave, y muchos mueren en esta encarnación sin saber cómo utilizarla, y otros empiezan a utilizarla en sus primeros años de vida aquí, y otros nunca la encuentran, y otros la pierden… Aunque la llave de cada cual siempre está delante de sus narices. Debes prestar toda tu atención para descubrir tu llave, y después seguir prestando toda tu atención a cómo utilizarla, y luego todavía debes prestar más atención para no perderla, y más atención todavía para mantenerla, y todavía más atención para utilizarla.

Tu atención es el primer paso. Tu voluntad es el segundo paso…

Cada paso que des en la dirección correcta te va a permitir encontrar la llave de oro blanco jalonada de diamantes y rubíes. Una llave lleva a otra.

Afina tu atención para poner en marcha tu consciencia. Ese es el primer paso del camino de baldosas amarillas que te conducirá hasta tu llave de oro blanco jalonada de diamantes y rubíes.

Dicen los chamanes que a todos nos influye un animal, el animal de poder. Sé tu ahora el chamán, sácalo, busca tu animal de poder y compórtate como tal. Este es el momento.

Wabbbla, 16 de noviembre, 2021 (11:56)

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